28 de marzo de 2024

Auge, caída y reputación del héroe de Hollywood

En los noventa luchó contra La Momia y fue George de la selva, lo cual lo convirtió en uno de los actores más taquilleros de Hollywood. Luego de años alejado del estrellato, vuelve a ser protagonista y hay muchas personas que lo siguen amando.


Por Nela Machado

Con el permiso de Keanu Reeves, ahora mismo, Brendan Fraser es el actor más querido del mundo. Ha regresado al cine después de casi una década ausente de la gran pantalla y su nombre está en la parte más alta en la lista de contendientes para conseguir el Oscar el próximo año, pero ¿qué ha sucedido con él? ¿Por qué «regresó»? ¿Qué hizo que se fuera en primer lugar? ¿Cómo es que podría llevarse un Oscar? Y, sobre todo ¿por qué todos aman a Brendan Fraser?

El extremo cariño del público hacia Brendan no es nada nuevo. El actor se hizo famoso en la década de los noventa gracias a películas como George de la Selva y, por supuesto, la primera entrega de la trilogía de La Momia’ Para aquel entonces, el público estaba acostumbrado a diferentes tipo de estrellas: el actor curtido en televisión que buscaba hacerse un nombre en el cine entre blockbuster y cintas dramáticas (Will Smith); el actor que quería demostrar que tenía más talento que ser el ídolo juvenil del momento (Leonardo DiCaprio); el favorito para las comedias románticas (Richard Gere, Hugh Grant); y el actor carismático cuyo rostro era sinónimo de las mejores comedias de acción, y ese precisamente era Brendan Fraser.

Él y el resto de las estrellas de la época tenían dos características en común: todos eran guapos y carismáticos; pero Fraser tenía un don especial: también era gracioso. Por esa razón, el protagonista de La Momia, fácilmente podía trabajar en Día de la Independencia, Titanic, Mujer bonita o Cuatro bodas y un funeral, pero ninguno de los protagonistas de estas películas podría haber protagonizado Al diablo con el diablo, Buscando a Eva o Encino Man.

Esa extraña combinación de belleza, carisma y gracia hizo que Brendan Fraser encadenara títulos que diera lugar a secuelas (como El regreso de la Momia) y aptos para todo tipo de público, porque si bien no eran perfectos, eran muy entrenidos y fue así que se convirtió en el actor favorito del mundo entero. Su Rick O’Connell era el mejor ejemplo del poder que tenía Brendan Fraser en pantalla: el personaje principal de La Momia era el interés romántico de la figura femenina de la historia. Además era un tipo lito, sarcástico, arriesgado y de espíritu aventurero. lo suficientemente atractivo para enamorar al público femenino, lo suficientemente gracioso para agradar a los hombres y sobre todo muy heroico. Así fue como se consiguió la admiración de los más pequeños. Y esos pequeños eran, nada más y nada menos que millennials, la generación que creció con internet.


Sin embargo, mientras Fraser hacía feliz a millones de personas alrededor del mundo, literalmente él estaba viviendo un calvario. Ya en 1996, cuando su carrera empezaba a despegar, el actor era víctima del negligente trato por parte de los grandes estudios. En su reciente participación para Actor on Actors de Variety, donde comparte una amena entrevista con su amigo Adam Sandler, Brendan confesó que fue sometido a una dieta tan estricta cuando rodaba George de la Selva que empezó a afectar su cerebro. «Estaba privado de carbohidratos», comentó. De camino a casa después del trabajo, paraba siempre para comprar algo de comer. Un día necesitaba algo de efectivo y no pudo recordar el número PIN porque “Mi cerebro estaba fallando. Esa noche no cené». Además de eso, en muchas ocasiones Fraser comentó que los exigentes entrenamientos y las difíciles escenas de acción que realizaba afectaron mucho su cuerpo, en especial sus articulaciones, por lo que tuvo que someterse a distintas operaciones quirúrgicas. Pero a partir de allí, su cuerpo no volvió a ser el mismo.

Y no cabe duda que una de las mayores revelaciones acerca de todo lo que atravesó el actor fue cuando en 2018 alegó que el ex presidente de la HFPA, Philip Berk, lo agredió sexualmente en el Hotel Beverly Hills en 2003. “Me sentí enfermo. Me sentí como un niño pequeño. Pensé que iba a llorar”, fue su comentario respecto a lo que sucedió. Esa noche el actor se fue a su casa para contarle a su esposa y prefirió no hacer público el incidente temiendo que se convirtiera en “parte de su narrativa”. Le tomó quince años dar a conocer su versión de los hechos, en parte gracias al movimiento #MeToo. Fraser tuvo la oportunidad de discutir abiertamente el incidente, así de la forma que afectó negativamente su carrera. Explicó que el incidente lo hizo alejarse de la vida pública, e incluso cuestionó si la HFPA lo incluyó en la lista negra, ya que rara vez lo invitaban a regresar a los Globos de Oro.

Fraser se convirtió en un juguete roto de Hollywood versión adulta pero su desaparición pública no tenía nada que ver con vicios o excesos: los grandes estudios le dieron la espalda cuando dejó de ser esa «estrella carismática cuyo rostro era sinónimo de las mejores comedias de acción”.

Por eso su comeback ha sido celebrado con tanta algarabía, especialmente en Film Twitter y el mundo 2.0 en general. Los millennials, hoy adultos, han introducido sus películas a nuevas generaciones y con ello, la historia de cómo el brillo de Fraser fue apagado por los injustos malos tratos que recibió por parte de los grandes estudios que, desde el comienzo de su carrera, atrofiaron su vida y su cuerpo (físico y mental), a costa de hacer de él una estrella de cine perfecta.

Estamos hablando de un hombre que sufrió mientras nos hacia reír, literalmente, y que desapareció de nuestras pantallas más pronto de lo que nos hubiese gustado. A lo largo de esta década, Brendan a tenido contadas apariciones en cine y televisión, como en Gimme Shelter y The Affair. Pero su verdadero regreso empezó con Trust, miniserie dirigida por Danny Boyle: su participación en este proyecto sirvió para demostrar que el actor aun posee esa carisma que lo hizo tan famoso hace casi treinta años. También empezó a reunir propuestas para nuevos proyectos, que le han permitido estar más presentes en los medios de comunicación y nos ha dejado momentos inolvidables como esa entrevista en la que llora luego que la periodista le dice que «hay mucha gente allá afuera que te ama», demostrando que también es una persona muy humana.

@littlelottiecosplay

“Shucks, ma’am!” 🥰🥰🥰 Adding to the Brendan love from earlier today. #brendanfraser #themummy #mummytok #rickoconnell

♬ A-O-K – Tai Verdes


En septiembre de este año estrenó en Venecia la nueva película de Darren Aronofsky, The Whale, donde interpreta a un hombre de casi 300 kilos de peso que intenta recuperar la relación con su hija adolescente (interpretada por la estupenda Sadie Sink). La película ha fascinado a todo aquel que la ha visto y enaltecen el trabajo de Brendan como uno para la posteridad. No sabemos si ganará el Oscar (como muchos predicen) pero es gratificante ver cómo el actor está recibiendo lo que realmente merecía, aunque sea tres décadas más tarde. Próximamente lo veremos en Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese. Ya no podemos esperar a ver lo que hará después.

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