El director británico en modo gurerra
Durante la ocupación estadounidense en Afganistán, el sargento mayor Kinley y el intérprete Ahmed establecen una relación a través de tratos implícitos que implicarán verdaderos riesgos.
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Por Ignacio Pedraza
Varios son los realizadores que parecen anclarse en un género o un estilo propio y, más allá de algunas excepciones, el caso de Guy Ritchie representa uno: la acción desenfrenada, abordando la cuestión de gánsters a través de diálogos satíricos y violencia extrema, con síntomas del subgénero criminal, es una característica del británico.
Por ello es una sorpresa uno de los estrenos de Amazon Prime: El pacto (The Covenant, 2023) representa la incursión del director en el género bélico, algo con lo que no contaba entre sus antecedentes, y con un registro que no parece propio de él.
Durante la intervención de las tropas estadounidenses en Afganistán, el Sargento Mayor (Jake Gyllenhaal) y su escuadra buscan las armas y bombas en el país asiático, en plena disputa ante los talibanes. Para llevar adelante la tarea, los americanos necesitan ayuda de intérpretes locales que logren traducir los contactos que surgen a través de la investigación, y allí comenzará la relación entre el oficial y Ahmed (Dar Salim). Pero las cosas no saldrán como lo esperan, y los dos protagonistas deberán cuidarse en tierras enemigas.
La historia, que cuenta con el guion del propio director junto a Ivan Atkinson y Marn Davies, presenta en un primer momento todos los clichés del género bélico –sin desmerecer al mismo- donde se exhibe el contexto en el que se mueven las tropas extranjeras y los recelos con los afganos, dependiendo el grado de participación o no de los nativos en el grupo islámico. Sin embargo, tras un quiebre donde vemos el mejor momento de Salim en el film –y quizá el acento de Ritchie más marcado a través de imágenes aceleradas-, lo bélico queda a un lado.
Es cierto que hay un mensaje contundente a la hora de llevar adelante el trabajo, pero la crítica no parece ser tanto ante el rol interventor de los Estados Unidos “en nombre de la paz” sino que, como un apéndice a lo hecho por Damián Szifrón en Relatos Salvajes (2014), a la burocracia estadounidense. Y desde allí, John Kinley nos expone la otra parte de la trama.
Porque si bien el contexto de guerra irradia toda la narrativa, lo realizado por el personaje de Gyllenhaal para cumplir con la palabra que lleva el título del film no cumple necesariamente con aspectos bélicos, sino del propio thriller con aires de acción y drama que cuenta con referencias al espionaje que responde a lo personalista y no tanto a las interacciones de un batallón. La supervivencia está inmersa en las lógicas belicosas, pero las acciones del protagonista no necesariamente replican en eso.
Otro aspecto llamativo del largometraje pasa por el tono de lo mismo. ¿Uno espera ver los diálogos irónicos, personajes políticamente incorrectos y acción incontenible pero entre tropas? Pues aquí no. Como si Ritchie estuviera bajo relajantes, el realizador disminuye bastante los decibeles y no traspasa lo que hemos visto anteriormente en su terreno más cómodo a este nuevo género por explorar; llegando a un punto en el que se puede evitar unir la obra con el autor si no vemos su nombre en la pantalla. La vehemencia parece ir amortiguando para él, donde ya este año presentó otro proyecto como Operation Fortune (2023), que contaba con una traducción más apta para todo público.
En este caso, y al igual que sucedió con las acciones de Jason Statham en el papel de Orson Fortune, la resolución parece ser el aspecto más débil del proyecto donde la construcción al conflicto se aplana y todo se soluciona de manera bastante sencilla para las implicancias creadas. La oportuna aparición de Parker (un Antony Starr bastante desperdiciado) simplifica la cuestión.
Más allá de –mínimas- objeciones, la incursión de Ritchie por un nuevo terreno es más que aceptable y El pacto se vuelve una propuesta interesante que logra alejarse de lo común y que se refuerza por el gran trabajo de sus protagonistas, sumado a aspectos técnicos correctos la convierten en una grata experiencia.
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