Una serie que mezcla lo familiar con giros inesperados
En esta diabólica serie basada en las obras de Edgar Allan Poe, los despiadados hermanos Roderick y Madeline Usher han convertido la empresa Fortunato Pharmaceuticals en un emporio sinónimo de riqueza, privilegio y poder. Pero los secretos del pasado salen a la luz cuando los herederos de la dinastía Usher empiezan a morir a manos de una misteriosa mujer que Roderick y Madeline conocieron en su juventud.
Si te gusta lo que hacemos, podés colaborar con tu aporte.
Por Tiago Di Pasquale
Mike Flanagan consiguió oro con La maldición de Hill House (2018), una serie que adaptaba la historia de Shirley Jackson, pero a su manera totalmente única. Las series que vinieron después, sin contar Misa de medianoche (2021), se volvieron más ambiciosas al mezclar no solo una, sino varias historias de un mismo autor, y para su quinta serie, Flanagan iba a inspirarse en el macabro canon de Edgar Allan Poe.
La caída de la casa Usher adapta la historia homónima. Un hermano y una hermana (Roderick y Madeline) “condenados” a una enfermedad indescriptible y una mansión a punto de colapsar, pero expande el árbol genealógico y convierte la “casa” en un imperio farmacéutico. Las comparaciones con la serie de HBO, Succession, son fáciles de hacer, pero no es algo que distrae de la obra de turno: La caída de la casa Usher es una serie completa de intriga, sustos, incluso toques de humor negro que la corona como imperdible para los habituales de Flanagan y personas que busquen algo diferente en Netflix.
La serie cuenta con actores frecuentes del realizador, una tropa que afortunadamente se vuelve más grande y rica con el paso de las producciones, y para Usher podemos sumar a Mary McDonnell, Willa Fitzgerald y hasta Mark Hamill, todos ofreciendo actuaciones espectaculares, en especial a la hora de recitar esos monólogos a los que nos acostumbró Mike Flanagan. Esta gran virtud de la serie quizás puede quedar como un defecto, porque un elenco tan grande es quizás demasiado grande hasta para una serie de ocho capítulos de una hora cada uno. Sin entrar en spoilers, la serie abarca el pasado y el presente de los hermanos, la vida y trágico final de cada uno de los seis hijos de Roderick Usher (interpretado por Bruce Greenwood) y, como “hilo conductor”, el gran misterio de quien (o que) es Verna, el personaje de Carla Gugino, el problema no viene de un exceso de tramas, sino de una falta de tiempo, como si la serie solo estuviera rascando la superficie de todo su potencial (aunque bueno, quizás Roderick sí tuvo uno o dos hijos de más).
La serie aún es muy reciente y sería un desperdicio arruinar todos los giros que tiene para ofrecer, consideren esta nota poco más que una recomendación extendida, sobre todo para aquellos más familiarizados con las producciones anteriores del director, grandes actuaciones de caras nuevas y conocidas, un misterio atrapante y si bien está lejos de ser la mejor, el estándar de calidad que podemos esperar de Mike Flanagan es conseguido con creces.
Para los novicios, la serie puede parecer abrumadora al principio, pero justo cuando pierdan la fe o sientan que ya saben todo lo que tiene para ofrecer, junta todos sus hilos de manera inteligente (y algo rebuscada también) para llegar a una satisfactoria conclusión. La caída de la casa Usher marca el fin de la colaboración entre Flanagan y su estudio, Intrepid Pictures, con la plataforma Netflix. Una carrera más que fructífera, y que cimentó al director como un nuevo maestro del terror. Ahora el futuro es incierto pero prometedor, con un trato firmado con Amazon y la esperanza de que Mike Flanagan vuelva al cine con una nueva película. Tal vez esta serie marque el final de la familia Usher, pero para nosotros es solo otro escalón en la consagración de un gran artista.
Si te gusta lo que hacemos, podés colaborar con tu aporte.
About Author
