25 de abril de 2024

Folklore, platos voladores y demás yerbas

La génesis del guion se remonta a un almuerzo familiar cuando uno de los hijos de Kbal le dijo: “Pero Pa… si algo nos enseñó el cine es que los OVNIS solo caen en EE.UU”. A partir de ahí se propuso escribir una película en la que un plato volador cae en los Esteros del Iberá.


Por Theo Cesari Rives

Personalmente no me considero un adepto al cine de ovnis, extraterrestres y demás apariciones: desde muy chico me adentré al cine de terror y sus diversas variedades, pero este subgénero nunca me terminaba de abrazar, hasta (creo yo) el día de hoy.

La ópera prima de Carlos Kbal, llamada La luz mala (2022), cuenta la historia de dos aficionados a lo paranormal que poseen un programa de radio donde día a día cuentan historias, hacen reportajes y mantienen a su audiencia actualizada sobre lo que sucede en el más allá. Con la oportunidad de llevar su programa a la televisión y la caída de un ovni en las cercanías de su pueblo, René (Horacio “Chirola” Fernández) y Walter (Jorge Román), junto con una periodista de Buenos Aires (Giselle Motta), se adentrarán en una aventura por conseguir la primicia.

Este largometraje, filmado enteramente en Caá Catí (Corrientes) nos cuenta una historia ya vista, pero de otra forma y eso la hace buena. Lo cotidiano se mezcla con lo bizarro, los personajes son muy particulares, pero no dejan de ser personas comunes que te podés cruzar cuando vas a comprar al supermercado, haciéndolos cercanos y queribles.

El costumbrismo, el folklore y las leyendas abundan en La luz mala. Sin abusar de recursos innecesarios para asustar, el film entiende su lugar y quiere que te metas en la piel de sus protagonistas; gente sin dinero, que quiere triunfar en lo que le apasiona. Tiene momentos de humor muy bien ejecutados, que ayudan a que la película tome ritmo y te adentres aún más en la estética y sensación que se busca transmitir, aunque a veces se abusa del recurso y eso, por lo menos a mi parecer, me hizo salir en situaciones que ameritaban más seriedad.

El guion es el punto fuerte de esta película, me llevó a lugares que no esperaba y con los que al principio me mostraba reacio. Hay escenas que son una maravilla y que sirven como reflejo de cómo funcionan las cosas en el campo. Es muy lindo ver el contraste entre el personaje de la periodista de Buenos Aires y los dos amigos que llevan la acción adelante, dos mundos distintos se unen para investigar a un tercero, aún más lejano.


La luz mala es una película que recomiendo, el cine de género en Argentina está comenzando a tomar vuelo y este film no tiene nada que envidiarle, por ejemplo, a The Vast of Night (2019): tiene recursos, sabe cómo contar lo que quiere contar, explora diferentes matices y hace honor al cine de ovnis.

Quizás, no era que no me gustaban las películas de extraterrestres. Quizás era que todavía no había visto esta película. Un aplauso gigante para aquellas personas que se animan a hacer cine distinto, es realmente fantástico comenzar a ver producciones como esta.

Sin nada más que agregar, me despido pidiéndoles que apoyen el cine nacional, para que películas como esta y otras tantas puedan ver la luz, una luz buena y artística.



Ante la caída de auspiciantes en la radio, René y Walter deciden llevar su programa sobre OVNI ́s a la TV. El destino parece acompañarlos, y ese día cae uno en los Esteros del Iberá. Una conductora de TV de la capital se les suma en esta loca búsqueda.

TÍTULO: La luz mala
DIRECCIÓN: Carlos Kbal
GUION: Carlos Kbal
MÚSICA: Gaston Da Costa
FOTOGRAFÍA: Guillermo Rovira
ELENCO: Horacio Fernández, Giselle Motta, Jorge Román, Cristian Salguero
GÉNERO: Comedia
PAÍS: Argentina

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