24 de abril de 2024

Acción sin color (y acelerada)

Tras una misión en Bangkok, Seis (Ryan Gosling) descubre secretos que ensucian a gente importante de la CIA. Ahora debe ser eliminado, y la agencia recurre al psicópata Lloyd Hanssen (Chris Evans).


Por Ignacio Pedraza

Luego del cambio de políticas de Netflix respecto al armado de sus proyectos y el no “darle cheques en blanco” a los realizadores, llegó a la plataforma uno de sus últimos trabajos donde se mantuvo la rienda suelta a los hermanos Russo: la millonaria El hombre gris (The Gray Man, 2022), película de la «N roja» con un presupuesto de 200 millones de dólares.

No solo el mote de los billetes es uno de los puntos llamativos de la producción, sino que también cuenta en el reparto con nombres pesados como el de Ryan Gosling, Chris Evans y Ana De Armas, con la sumatoria que tiene a estos dos –porque la actriz cubana se pierde toda la diversión- enfrentándose. Más allá de todos estos interesantes componentes, el nuevo trabajo de Joe y Anthony –basado en la novela homónima de Mark Greaney– falla en épico y es una nueva historia genérica de acción, con situaciones trilladas y olvidables.

La narrativa es una de las rarezas más llamativas de la película, ya que luego de su inicio anterior a los créditos que nos cuenta sobre el arribo del protagonista a la agencia de manera simple y fría, contrariamente a lo largo del relato nos cuenta el arraigo con su jefe Donald (Billy Bob Thornton) para poder justificar y enriquecer la trama donde debe salvar a la joven Claire (Julia Butters) a través de un formato no lineal con flashbacks que desentonan y pausan la historia.


Más allá de conocer a la dupla realizadora tanto en el género de acción como de la comedia –y que logran unir ambas- en este caso nos cuesta encontrarle el tono a la misma, donde la primera parte con un carácter de acción sobria se desvanece rápidamente con la musicalización y, principalmente, en la incursión del villano: Evans se encuentra caricaturizado en dicho rol, donde nunca vemos el psicópata que supuestamente es –y que los diálogos nos recuerdan cada treinta segundos- sino que resulta un asesino cómico y más relacionado a lo que hizo, por ejemplo, en Scott Pilgrim contra el mundo (Scott Pilgrim Vs. The World, 2010).

Fuera de lo hecho por quien este año le prestó la voz a Buzz Lightyear, el resto del cast no logra lucirse, ni el agente acartonado de Regé-Jean Page como tampoco del propio Gosling, que dentro del género lo vimos con personajes más complejos y enriquecedores.

Sin embargo, lo que menos logra interpelarnos en el film son las secuencias de acción, punto importantísimo para este tipo de trabajos. Ya sea desde la velocidad para dichas escenas que no logra adentrarnos en dichas situaciones como la digitalización de las mismas que se sienten forzadas, siendo la disputa del protagonista con otros agentes en el avión como caso notorio donde no logra visualizarse. Recién el cierre tiene el mano a mano esperado, que logra destacarse en las más de dos horas de duración, con De Armas como espectadora de lujo.

The Grey Man no es el trabajo más destacado de la dupla –Joe estuvo a cargo del guion junto a Christopher Markus y Stephen McFeel– y resulta una decepción teniendo en cuenta proyectos anteriores donde supieron manejar de gran manera el género. La nueva propuesta se posiciona junto a otro de la plataforma como Alerta roja (Red Notice, 2021): film costosos que son una simple distracción para aquellos fanáticos de dichas figuras.

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