25 de abril de 2024

Un drama realista que llega desde Grecia

Luego de pasar mucho tiempo alejada, la joven Artemis decide regresar a casa para cuidar a su padre Paris, quien sufre de esclerosis múltiple. Ya desde su primer reencuentro queda claro por qué Artemis no quería regresar. Es una historia que sigue de cerca la relación entre una hija y un padre emocionalmente distanciados.


Por Sebastián Arismendi

La industria cinematográfica griega ha logrado notoriedad en estos últimos años gracias a directores como Yorgos Lanthimos y Alexandros Avranas. A pesar de no ser desarrollada y de gran renombre como la española, británica y francesa, los griegos tienen mucho que decir y el mensaje va más allá de los estereotipos de las ruinas imperiales, los filósofos, las islas paradisiacas y una cultura mediterránea de gente bronceada y alegre.

Los dramas griegos siguen conservando sus tragedias, pero también un realismo directo y seco, claro ejemplo es la joven cineasta Jacqueline Lentzou, donde su corta pero constante filmografía retrata historias femeninas en un entorno reflexivo, intimista y familiar. Este es el caso de 66 preguntas a la Luna.

Artemis es una joven griega que debe regresar a la casa de sus padres en Atenas y no por visita regular: luego de tres años de distancia debe cuidar a su padre el cual se encuentra en un delicado estado de salud que le impide moverse. Artemis va a descubrir secretos familiares en cintas de grabación.

Lentzou pone todo el foco de atención sus protagonistas Sofia Kokkali y Lazaros Georgakopoulos, quienes tejen una relación padre e hija distante pero que logra deshielarse con el paso del tiempo. Para ello la directora escoge planos estáticos donde los actores van a desenvolverse con la mayor naturalidad posible, no hay banda sonora y todo es contemplativo, lo cual nos hace sentirnos observadores. 66 preguntas a la Luna plantea un tema duro y difícil de digerir, la perspectiva está puesta sobre el personaje de Sofia Kokkali, en quien vemos toda la frustración ante el problema de su padre, también la desesperación.

La contemplación es el factor del film, aunque también su problema debido a su ritmo dormitivo. Es un drama realista estilo documental, donde la directora decide poner naturalismo, pero falla en su ejecución.

En 66 preguntas a la Luna, Jacqueline Lentzou pudo poner más dramatismo, pero eligió el silencio, lo cual falla y hace perder el interés. Es gracias a la dupla protagonista que se sostiene lo poco que ofrece el guion, es hasta el final donde comprendemos y se genera conmoción, aunque se siente tiempo perdido entre tanto silencio y planos estáticos.



Tras años distanciada de su familia, Artemis se ve obligada a regresar a Atenas ante el delicado estado de salud de su padre. Descubrir el secreto que tan celosamente guardó su padre durante años permitirá a Artemis entenderle de un modo que no había logrado en toda su vida.

TÍTULO ORIGINAL: Selene, 66 questions
TÍTULO: 66 preguntas a la luna
ORIGEN: Francia, Grecia
GÉNERO: Drama
DIRECCIÓN: Jacqueline Lentzou
ELENCO: Sofia Kokkali, Lazaros Georgakopoulos

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