
Un repaso por sus películas y su influencia en la gran pantalla
Con el reciente fallecimiento del director Wolfgang Petersen a sus 81 años de edad, hacemos un repaso repaso por sus películas y su influencia en la gran pantalla.

Agustín Boero
El director alemán Wolfgang Petersen comenzó su carrera en el teatro, luego mudó sus talentos a la televisión europea donde adquirió muchas habilidades para culminar en el negocio del cine, donde su trayecto proliferó aún más. Sus películas más recordadas siempre serán Troya (2004) y Poseidón (2006), pero su repertorio es mas amplio.
Sus primeros telefilms le dieron fama entre colegas y en el medio, para luego lograr la producción de Das Boot (1981), película que sería nominada a los premios Oscar en esa fecha, tanto en mejor Director como Mejor guion adaptado. Sin bien no logra llevarse las estatuillas, el hecho de ser parte del ambiente le abrió puertas al negocio de Hollywood para dirigir y llevar a cabo proyectos como productor.
Su siguiente película, en colaboración artística con productoras tanto alemanas como norteamericanas, fue The Neverending Story (1984) sobre una aventura de fantasía en la que un chico de primaria que sufre acoso se adentra en un libro, alejado de todos en el ático para darse cuenta que ahora es parte de él y debe salvar a la tierra de Atreyu, un mundo lleno de dragones, caracoles gigantes, bestias amigables y un mal llamado La Nada que quiere destruirlo todo. Esta película encasilló al director en un estilo de películas que procede a Spielberg y George Lucas, por lo que su camino se vio en buena dirección para continuar.
Ahora, siendo 1985, Wolfagang contiúa con la ciencia ficción pero esta vez con mucho mas drama y un tono más oscuro. Enemigo mío es la historia de guerras interestelares, planetas desolados, lluvias de meteoritos a voluntad y muchos seres que habitan las profundidades de la galaxia. Sin dudas una película para ver con amigos. Dentro de los años que vendrían, el director continuaría con películas y telefilms más pequeños pero no menos importantes. Más tarde volvería a Hollywood por una gran apuesta.
En la línea de fuego (1993), con otro rostro el director pudo llevar a cabo una película en la que Clint Eastwood es un agente con la misión de proteger al presidente en su nueva campaña, a esto se le suma el trauma que carga por no haber protegido a Kennedy 30 años antes y su muerte en Dallas. El juego del gato y el ratón comienza cuando el personaje de John Malkovich, el asesino, se revela ante él. Desde ahí la película es una constante adrenalina y persecución con excelentes diálogos y escenas de acción.

En los 90, Petersen logró enormes películas como Outbreak (Epidemia, con Dustin Hoffman) sobre el desastre en un pueblo de Estados Unidos que se vio hundida en un extrano virus mortal. Luego, The Red Corner con Richard Gere donde un empresario viaja a China y comienza un drama policial al encontrar muerta a una mujer con quien pasó la noche y para su suerte resulta ser la hija de un importante general. Air Force One en 1997, que podría ser la mejor película de suspenso y drama de esa década, donde George Harrison protagoniza al presidente que debe salvarse de un terrorista ruso a bordo de su avión presidencial. Sin dudas una de las mejores del director.
El reto es historia conocida, en los 2000 se haría cargo de dos de las mejores historias de aventura épica y aventura en el mar con espectaculares escenas de batallas inolvidables y un barco pesquero tan audaz como valiente. Troya, La tormeta perfecta y Poseidón son tres enormes films dignos de estudio en cada aspecto que respecta una película. Sin dudas Wolfgang Petersen es un director muy especial que será recordado por sus obras y su manera de ver la vida a través del cine.