Un descenso a los infiernos
Germán, un escritor que trabaja de forma freelance para una revista francesa, intenta darse una última oportunidad y volver con Clara, su ex novia, pero le será muy difícil recomponer la que ha sido una relación enfermiza.
Por Gastón Dufour
Con un elenco que incluye a Gerardo Otero, Luis Ziembrowski, Claudio Tolcachir, Natalia Dalena, Maria Canale, Alan Sabbagh, Que todo se detenga con dirección y guion de Juan Baldana y producida por Animalia Cine, Habitación 1520, y Rowing, se hace preguntas raras y complejas a la vez. ¿Cómo el ser humano se convierte en un ser despreciable y solitario que no puede amar?
Así, de manera cruda, arranca Que todo se detenga. En una selva en que la que todo parece caer sobre nuestras cabezas, el protagonista se siente abrumado, imposibilitado de salir de su pozo. Reniega de su familia y de lo que lo convirtió en quien es. Su ego, el que menciona en el monólogo inicial, lo hunde pero a la vez le pide salir. El director se escabulle en las circunstancias del personaje que parece no encontrar la salida y procura mostrarnos lo que siente, por dónde se mueve.
Un nihilista pleno de enojo que no sabe para dónde ir. Una cabeza con una paranoia alimentada desde todos los lugares de poder, inclusive desde los que pretenden ponerse en el lugar en el que teóricamente no tienen responsabilidad alguna, mientras manejan los hilos. Seguro es una película que ayuda, a su modo y tal vez novedosamente, a pensar la realidad bestial y confusa que nos rodea, que nos abarca completamente. Tremendo por momentos, porque a veces Baraja tiene razón en sus críticas.
About Author
