30 de abril de 2024

Un repaso por la carrera del director de Los Incre?bles 2

El cine de animaci?n cuenta con un centenar de grandes cl?sicos recordables, pero muchas veces es tan solo el film o la productora de renombre a cargo quienes se llevan el m?rito y al ser recordados por encima de la persona a cargo de la animaci?n y concepci?n final del producto. No es el caso de un director como Brad Bird quien supo con cada trabajo dar lo mejor de s?, logrando crear una marca de autor imborrable y reconocible.


Por Nicol?s Ponisio

Brad Bird, el director de films como El gigante de hierro (The Iron Giant, 1999), Los incre?bles (The Incredibles, 2004) y Ratatouille (2007) se ha ganado su merecido reconocimiento con el correr de los a?os no solo por su virtuosismo a la hora de crear imaginativos mundos animados, sino tambi?n por ser uno de los pioneros del manierismo en el cine de animaci?n al hacer visible la presencia del autor en la obra. En el caso de Bird, su perspicaz mirada sobre el mundo moderno a trav?s del estereotipo de la familia nuclear norteamericana.

No es por nada que uno de los primeros trabajos de Bird en la direcci?n haya sido de la mano de Steven Spielberg en la serie Cuentos Asombrosos (Amazing Stories, 1985-1987) con el ?nico episodio animado, titulado «Family Dog». A trav?s de la caricaturizaci?n de la familia modelo, y adoptando como subjetiva principal a un desdichado perro dom?stico, el director aporta con iron?a una fuerte cr?tica a los valores del ?sue?o americano?. De esta manera, Bird comienza a utilizar el medio de animaci?n como forma de expresar su visi?n de mundo. Debido a esto, no es dif?cil de creer que r?pidamente su proeza art?stica y su sarc?stico humor lo llevar?an a ser el responsable de la serie televisiva m?s importante del siglo XX: Los Simpsons. Como es sabido el creador de la familia amarilla no es otro m?s que Matt Groening, pero fue Bird quien tuvo la tarea de convertir los breves cortos protagonizados por Homero y compa??a en el formato de sitcom de media hora y de colaborar por a?os como consultor de la serie, volvi?ndola el ?xito que fue.

 

Con un talento que se perfeccionaba con cada nuevo proyecto, no tardar?a demasiado en suceder el gran salto de la pantalla chica a la grande. Es as? como vio la luz El gigante de hierro, una carta de amor al cine cl?sico de ciencia ficci?n. No tan bien recibido en su momento de estreno, m?s que nada por el escaso trabajo de distribuci?n por parte de Warner (en nuestro pa?s su estreno fue relegado ?nicamente al formato de video), el film del entra?able robot que se hace amigo de un ni?o en el contexto de la guerra fr?a hoy en d?a es una absoluta obra de culto de visi?n obligatoria.

En paralelo a la realizaci?n de la ?pera prima de Bird, se encontraba creciendo m?s y m?s un peque?o estudio de animaci?n llamado Pixar. El progresivo talento de director y estudio crec?a a pasos agigantados por caminos separados hasta que la casa de la lamparita prendi? el foco sobre la figura de Bird y a?os despu?s el mismo responsable de que todo el mundo amara a Los Simpsons ahora volv?a a lograr lo mismo con una familia s?per poderosa: Los Incre?bles. Con el mismo poder?o que los personajes de su segundo film, el director realiz? el salto de la animaci?n tradicional a la digital y con ella escribi? una nueva carta de amor. En esta ocasi?n una al mundo de los c?mics. Trasladando la fantas?a heroica dentro del realismo familiar y la crisis de mediana edad, Bird abri? las puertas al g?nero de superh?roes en una ?poca donde era impensado imaginar la avalancha y el fervor que a?o tras a?o tenemos con films de Marvel y DC. Tres a?os despu?s se har?a cargo de otro cl?sico moderno como Ratatouille, retomando la idea de una amistad entre dos seres muy distintos, en este caso el de un humano y una rata.

Pero tras su segundo film para Pixar, y habiendo demostrado de todo lo que pod?a ser capaz dentro de la animaci?n, lo ?nico que faltaba en el curr?culum era el traspaso al cine de imagen real. Y lo hizo con la excelente Misi?n imposible 4: Protocolo fantasma (Mission: Impossible- Ghost Protocol, 2011), tal vez la mejor de toda la saga, y la fallida Tomorrowland: el mundo del ma?ana (Tomorrowland, 2015). Mientras con el primero supo demostrar que todo el talento para crear inmensas secuencias de acci?n no estaba solo destinado a la animaci?n, con el segundo dio su primer traspi? en la forma de una aventura un tanto inconsistente en su estructura de la narrativa.

Quiz?s tal vez debido un poco a ello es que este a?o Bird vuelve al cine animado y retoma 14 a?os m?s tarde a la familia de Los Incre?bles exactamente en el punto que los dej?. Y si bien una secuela de un gran film siempre puede ser un gran error, la pasi?n y el amor que el director tiene por estos personajes, m?s el talento demostrado con su prol?fica carrera, no pueden m?s que asegurar que esta segunda parte ser? algo realmente incre?ble de ver.

Brad Bird, como el ave que indica su nombre, ha sobrevolado distintos g?neros, medios y est?ticas dejando en claro el director todo terreno que es. M?s a?n, el autor innato que siempre se ha preocupado por dejar en claro su visi?n art?stica, apelando a historias y lazos humanos que, tanto sean de carne y hueso o animados, logra que sus personajes gocen de ser bidimensionales. Reales para todo aquel que se embarque en sus trabajos y en la sentida conexi?n emocional que el director brinda dentro y fuera de la pantalla.

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