El uno para el otro
T?TULO: Las estrellas de cine nunca mueren
T?TULO ORIGINAL: Film Stars Don’t Die in Liverpool
ACTORES: Jamie Bell, Annette Bening.
ACTORES SECUNDARIOS: Julie Walters, Vanessa Redgrave, Stephen Graham.
DIRECTOR: Paul McGuigan.
FOTOGRAF?A: Urzula Pontikos.
GUION: Matt Greenhalgh.
M?SICA: J. Ralph.
G?NERO: Drama, Biogr?fica.
ORIGEN: Reino Unido.
En septiembre de 1981, el actor Peter Turner recibe un llamado que cambiar? su vida: su ex amante, la actriz ganadora del Oscar Gloria Grahame se ha descompensado en un hotel de Lancaster. Como ella se niega a ser atendida por los m?dicos, ?l deber? llevarsela a su casa familiar de Liverpool.
Por Alina Spicoli
Las estrellas de cine nunca mueren (Film Stars Don?t Die in Liverpool, 2017) es una pel?cula de drama y romance dirigida por Paul McGuigan y escrita por Matt Greenhalgh. Est? basada en hechos reales, espec?ficamente en las memorias del actor Peter Turner. El reparto est? compuesto por Annette Bening, Jamie Bell (John Rivers en Jane Eyre), Julie Walters, Kenneth Cranham, Leanne Best y Vanessa Redgrave (Claire en Cartas a Julieta). Recibi? tres nominaciones a los premios BAFTA (Mejor Actriz por Bening, Mejor Actor por Bell y Mejor Guion Adaptado).
La historia se centra en la actriz ganadora del Oscar Gloria Grahame (Annette Bening), una mujer llena de vitalidad, energ?a y actitud. En 1981, mientras estaba en su camar?n prepar?ndose para una obra, Gloria colapsa y se derrumba en el piso. Peter Turner, su ex amante 30 a?os menor que ella, la llevar? a su casa familiar en Liverpool, Inglaterra. Mientras la cuida, ya que Gloria sostiene que solo posee una molestia estomacal y no quiere ir al m?dico, los dos volver?n a conectarse y darse cuenta que nunca dejaron de amarse.
Hermosa, dulce y desgarradora. La pel?cula no ser?a lo que es sin las excelentes interpretaciones de la pareja protag?nica. Todo el peso recae en ellos y en cada minuto se puede percibir la qu?mica que tuvieron. Annette Bening compone a una Gloria que a pesar de su edad a veces parece una ni?a, ya sea por su forma suave de hablar o por c?mo se comporta. No obstante esto nunca se ve forzado, por el contrario al espectador le interesa la vida de esta s?perestrella a la que Hollywood con el paso de los a?os decidi? dejar de lado. Jamie Bell gracias a sus expresiones faciales logra expresar al mismo tiempo enojo, impotencia, amor y tristeza. Los dos congenian tan bien y se sienten tan reales al actuar que resulta imposible no involucrarse por lo que atraviesan. Nos ponemos en su lugar y queremos lo mejor para ellos a toda costa.
El film est? compuesto por el presente de los protagonistas as? como por flashbacks combinados de tal forma que nunca dan ni un atisbo de confusi?n. Gracias a esos recuerdos, donde vemos el inicio de la relaci?n y captamos qu? fue lo que dio paso a la separaci?n, nos encari?amos mucho m?s con los personajes, lo que provoca que en la segunda mitad las l?grimas sean inevitables.
Otro de los aciertos del director consiste en mostrarnos una misma escena pero desde diferente punto de vista. En vez de tornarse repetitivo, este recurso consigue hacernos dar cuenta que los dos ten?an sus razones para proceder de la manera en la que lo hicieron.
La ambientaci?n de ?poca est? bien lograda pero lo m?s destacable definitivamente recae en los vivos colores que se utilizan para representar el amor que florece entre Gloria y Peter. Los paisajes de ensue?o contrastan muy bien con la nubosidad actual.
A pesar de la diferencia de edad, de que Gloria tuvo cuatro matrimonios y esa misma cantidad de hijos, uno nunca duda que Peter Turner fue una de las personas m?s importantes en su vida, ya que con s?lo intercambiar miradas se notaba el genuino amor que compart?an. Julie Walters tambi?n hace una gran labor como Bella, madre amorosa y solidaria de Peter.
Las estrellas de cine nunca mueren agarra al coraz?n del espectador, lo estruja y no lo suelta. Gran historia rom?ntica que encima es real, lo que genera que luego de su visionado uno quiera saber m?s sobre la vida de Gloria Grahame, una mujer que demuestra que para la belleza no hay edad.
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