2 de mayo de 2024

Un nuevo universo cinematográfico que quedó a mitad de camino

La falta de una visión clara para la franquicia y de un líder creativo que pudiera dirigir el universo compartido de manera efectiva, llevó al Dar Universe a fracasar. ¿Estaba destinado a este final?


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Por Tiago Di Pasquale

Un universo cinematográfico es el sueño de cualquier estudio, no es solo una serie de secuelas en una sola franquicia, sino un conjunto que conducen a un evento que llene las salas de cine. Si bien Marvel Studios perfeccionó la receta, son los monstruos de Universal los pioneros en juntar personajes icónicos de películas aparentemente desconectadas en crossovers; así que se puede entender cómo, décadas después, Universal querría cerrar el círculo con el Dark Universe: juntar a sus monstruos clásicos al mejor estilo de los Vengadores.

Luego de un “paso en falso” con Dracula Untold (2014), el estudio puso todas sus fichas en The Mummy (2017), con Tom Cruise siendo coronado «el Robert Downey Jr.” del Dark Universe interpretando a Nick Morton, el elegido por la momia Ahmanet (Sofia Boutella) para ser el huésped del dios egipcio Set, que traerá la destrucción del mundo (o algo así). “De fondo”, conocemos a la organización Prodigium, liderada por el doctor Jekyll de Russell Crowe, encargada de control (y exterminar) a los monstruos del Dark Universe (básicamente la S.H.I.E.L.D. de esta franquicia). Como habrán notado (seis años después de su estreno), La Momia no cumplió con las expectativas y el Dark Universe no terminó de despegar (y eso que tenían logo y trailer de anuncio). En gran parte, el problema es el tipo de película que es The Mummy: uno esperaría que La Momia en el Dark Universe, el universo cinematográfico de monstruos, sería una película de terror; pero, similar a la saga de Brendan Fraser (con mucho menos éxito), es una película de acción y aventura, con ciertos toques de “suspenso”; es una búsqueda del tesoro, pero no una entretenida, no hay que resolver acertijos y superar al adversario, los personajes solo saben dónde hay que estar mágicamente, y a mitad de la película se detiene la aventura para ir a Prodigium y ver todas las referencias al resto de monstruos.

The Mummy empezó el Dark Universe con el pie izquierdo, pero quizás siempre estaba destinado a fracasar si Universal quería convertir a los monstruos en los Avengers. Como bien dijo James Rolfe en la reseña de la película junto a Doug Walker (The Mummy (2017) – Nostalgia Critic) “Cuando el Mjolnir sale en la escena post-créditos de Iron Man 2 (2010), sabemos que la siguiente película es Thor (2011)”; cuando Tom Cruise está cabalgando junto a Jake Johnson por el desierto con los poderes de Set no sabemos cuál es el siguiente paso: ¿Va a ser el villano principal o uno de los monstruos buenos? ¿Contra que van a pelear los monstruos?


¿Otros monstruos? ¿Dioses? ¿Alienígenas (es el Dark Universe después de todo)? Nunca hubo un “Vengadores”, ni en los planes de este universo o en los clásicos de los 30/40. Obviamente no es lo más importante de un universo cinematográfico quien vaya a ser el “Thanos”, pero es lo que atrae al espectador casual y crea una base de fanáticos. El Dark Universe arrancó mal y no podía ver la meta, por eso no debería ser sorpresa que tuvo una mala carrera.

Más allá de esto ¿qué sabíamos del Dark Universe antes de que fuera sacado de su miseria? La siguiente película hubiera sido La novia de Frankenstein, con Javier Bardem interpretando a la Criatura, Bill Condon como el director y querían a nada menos que a Angelina Jolie para la Novia. Condon es famoso por películas como Beauty and The Beast (2017), las dos últimas películas de la saga Crepúsculo e incluso dirigió una biopic de James Whale, director de Frankenstein (1931) y Bride of Frankenstein (1935). Parecía la opción perfecta para, quizás, girar al Dark Universe en una dirección más personal y hasta romántica o pudieron poner a los Frankenstein peleando contra un monstruo aún más grande. Después está el Hombre Invisible de Johnny Depp, al cual, si bien eligieron seguramente en base a su popularidad en esa época, habría sido interesante ver si quería capturar algo similar a lo que hizo Claude Rains en la original de 1933 o dirigido hacia otra dirección.

Curiosamente sí terminamos recibiendo la película del Hombre Invisible, pero dirigida por Leigh Whannell y con Oliver Jackson-Cohen en el papel titular. Además de estos, Alex Kurtzman (el arquitecto del Dark Universe), citó a otros personajes que adaptarían: una película del monstruo de Frankenstein en solitario; Drácula; la Criatura de la Laguna Negra; el Fantasma de la Ópera; y el Jorobado de Notre Dame. Pero también podíamos esperar seguro al Hombre Lobo, quizás al Dr. Jekyll y al Sr. Hyde por su cuenta y hasta una película de Van Helsing, donde haría equipo con Drácula para detener a la versión del Dark Universe de Elizabeth Bathory. Este guion rescataba ciertos elementos de la historia de Dracula Untold, por lo que el Vlad de Luke Evans pudo haber sido incorporado al canon.

El cine de terror y los monstruos cambiaron mucho desde el estreno de Drácula en 1931. Pocos géneros deben reinventarse tanto para estar al día con la audiencia, y es cierto que las momias y los hombres lobo son cada día más anticuados, pero si de algo sirve hablar del Dark Universe es para mantener a los clásicos vivos: Bela Lugosi, Boris Karloff, Lon Chaney Jr., Claude Rains, Elsa Lanchester. Tal vez en lo técnico son películas atrapadas en su época, pero en los íconos, los temas, perduran y perdurarán por siempre. No pierdan la oportunidad de ver estas películas, por otro siglo más de Dioses y Monstruos.


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