Formas de cerrar el duelo de un padre ausente
Luis Ziembrowski es un actor al que siempre lo convocan para interpretar villanos. Le inquieta suponer que el hecho guarda alguna relación con su padre: un inmigrante polaco que al entrar en el hampa, provocó una hecatombe familiar.
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Por Gastón Dufour
La presencia de Luis Ziembrowski en el imaginario popular (aún más para el asiduo espectador audiovisual) tiene una fuerte marca simbólica. Considerando la impactante carrera del actor, su figura lo muestra como magnético e intenso. La consideración general, probablemente por su impronta física y gestual, señala que el rol ideal para el actor es el de villano clásico. Este punto, en cada despliegue en la ficción, señala el vínculo de un ida y vuelta de conexión entre su búsqueda personal e intelectual relacionada con el arte y las cuestiones personales.
El documental El villano indaga no solamente en el recorrido a través de sus roles, sino en un camino de investigación compleja respecto de intérpretes que tienden a poseer maneras narcisistas. La enigmática relación, el cruce entre la persona y el intérprete refleja en cierto modo la influencia en Ziembrowski desde la imagen paterna a partir del abandono que resultó en una fuerte huella emocional.
De este modo se produce un recorrido temporal que parece no tener un corte. El vínculo energético se mantiene, como un fantasma que se niega a abandonar aquello que cree que le pertenece. La experiencia demuestra que en la exploración creativa el actor se permite bucear en la difícil imagen (borrosa) de su progenitor, mientras trata con sus propias emociones.
La película procura interpretar en sus diferentes momentos cinematográficos espacios del día a día de la vida de su vida. Así el relato intercala los datos de las formas y la historia de Ziembrowski y su línea en contacto con su padre. Todo ello, claro, pese a las distancias. El documental viaja entonces en el trazado de un ensayo y fragmentos que muestran al espectador detalles de la autenticidad del protagonista.
La búsqueda de respuestas devela un punto de contacto con el pasado y a la vez un espejo para quien se toma el tiempo de observar. Esta línea se establece desde lo estético, y así los realizadores (Ziembrowski junto a Gabriel Reches) llevan adelante con éxito la idea narrativa para interpretar la historia que se propone compartir con el público.
TÍTULO ORIGINAL: El Villano
DIRECCIÓN: Luis Ziembrowski, Gabriel Reches
MONTAJE: Florencia Gómez García, Andrés Tambornino, Camila Blanco,
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Armin Marchesini Weihmull
DIRECCIÓN DE SONIDO: Martin Grignaschi
GÉNERO: Documental
PAÍS: Argentina
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