28 de abril de 2024

Un film que funciona más a nivel nostálgico que cinematográfico

Los mundos chocan en Flash cuando Barry usa sus superpoderes para viajar en el tiempo y cambiar los eventos del pasado. Pero cuando su intento de salvar a su familia altera el futuro sin darse cuenta, Barry queda atrapado en una realidad en la que el general Zod ha regresado, amenazando con la aniquilación, y no hay superhéroes a los que recurrir.


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Por Ignacio Rapari

Lo primero que hay que aclarar antes de hablar de The Flash es que esta crítica puede no reflejarse absolutamente con la película que se exhibirá en los cines argentinos a partir del 15 de junio. Las funciones de prensa no han mostrado el corte final, y aunque uno pueda suponer qué es lo que no se ha visto, la realidad es que corresponde dejar al menos un mínimo manto de duda a lo que será esa supuesta versión completamente finalizada de la obra.

Empecemos por partes. La nueva película de Andy Muschietti significa muchas cosas para DC. Por un lado, tanto por el superhéroe protagonista, el Batman de Ben Affleck o el General Zod de Michael Shannon -por citar a algunos personajes-, se supone que será uno de los últimos productos que cuente con tantos de los cimientos creados por Zack Snyder para este universo cinematográfico. Un dato no menor si se recuerda que fue él que empezó todo con Man of Steel hace casi 10 años. Claro que esos 10 años de DC estuvieron lejos de lograr el éxito que logró Marvel Studios y hoy por hoy, las películas de esta factoría cuentan con una unidad que más que por hechos fundamentales –como un chasquido de Thanos– existe por cuestiones bastante más elementales. En definitiva, se trata de un universo que se identifica como compartido gracias a cameos, alguna mención aislada o peor aún, una continuidad forzada. A esta altura, solo las tres películas dirigidas por Snyder (MOS, Batman V. Superman: Dawn of Justice y Zack’s Snyder: Justice League) funcionan bajo los parámetros de unidad consolidados por Marvel.

Otra cuestión por la que The Flash es importante para los que anhelan el despegue definitivo del Universo Cinematográfico de DC es por su premisa principal: el ultiverso. En términos comiqueros, un sinónimo de adrenalina, épica y sorpresas. ¿Acaso puede olvidarse el furor por Spiderman: No Way Home a poco menos de dos años de su estreno? Pero en términos cinematográficos, el multiverso también puede significar la posibilidad de reinicio. Y desde que James Gunn está a cargo de la nueva etapa de DC el reinicio ya llegó. Por ende, esta película se esperaba como un nexo entre lo que ya pasó y lo que va a venir. En ese sentido, Muschietti parece que forma parte de ese “algo” que llegó para quedarse, luego de la ¿casi? confirmación de que dirigirá Batman: The Brave and The Bold, anuncio que se dio a conocer a pocos días del estreno de su debut en DC.

Lamentablemente, The Flash tiene poco de lo que se viene anunciado hace unos meses. No hay nada que la haga única, repleta de sorpresas o que la convierta en la “mejor película de DC”. Claro que eso no implica que la película no cumpla mínimamente con las reglas fundamentales de una propuesta de este estilo, pero es imposible negar que el resultado terminó siendo bastante decepcionante. La presunta épica que se prometía brilla por su ausencia y todo termina reducido a una película de superhéroes común, corriente y que por momentos hasta reúne los peores vicios del género. Claro que seguramente habrá una parte de los más fanáticos que crean que hay gran trabajo con el personaje y la esencia de Flashpoint (la historia en la que The Flash se apoya principalmente) pero hay detalles -para nada menores- que resultan desconcertantes.

Por empezar, los efectos especiales. Si bien el género no se encuentra en un momento donde precisamente este sea un aspecto para elogiar, The Flash terminó brindando uno de los peores trabajos que se vieron en ese campo durante los últimos -fácil- 10 años. La primera secuencia de la película, una simpática colaboración entre Flash y el Batman de Affleck, se arruina por completo a raíz de este problema, que en varios pasajes de la película es tan notorio que termina por generar una distancia inmensa con lo que se ve. Para colmo, cuanto mayores son las ambiciones visuales de la película (especialmente hacia el final) peor es el resultado y toda pretensión de espectacularidad termina opacada por imágenes casi imposibles de apreciar con naturalidad.


Algo similar sucede con el tratamiento del humor. Cuando por fin parecía que el Barry Allen de Ezra Miller podía convertirse en un personaje con aportes reales y funcionales a un drama sensible, como lo es en este caso el de la muerte de su madre, su versión alternativa de 18 años trae de regreso la faceta más insostenible de su interpretación, en la que el histrionismo más desmedido se apodera de todos los momentos posibles.

Varias de estas cuestiones también atentan contra uno de los regresos que más se esperaban: el Batman de Michael Keaton. Si bien su aporte resulta bastante funcional a la trama tampoco se trata de un regreso a la altura del legado que dejó su personaje. De hecho, hasta termina siendo doloroso verlo explicar el funcionamiento del multiverso con un plato de fideos o rodeado de un CGI insoportable en varias de las secuencias que protagoniza. Para colmo, los avances se ocuparon de arruinar sus principales apariciones no dejando ni un mínimo margen de sorpresa a su participación.

No pueden negarse ciertos aciertos como la Supergirl de Sasha Calle que, a pesar de su acotada participación, tiene motivos de sobra para entusiasmar con el futuro del personaje; ni la efectividad de la película para brindar un espectáculo que al menos no roza el tedio. Pero sin dudas, el debut de DC de Andy Muschietti -alguien que ya ha demostrado en varias ocasiones su cariño por estos personajes- deja un sabor amargo. Más teniéndose en cuenta que varias de sus virtudes parecieran estar opacadas por el manoseo inescrupuloso de un estudio que demuestra seguir sin un rumbo claro. Sí, los fans tendrán algunos cameos emotivos y momentos infaltables en lo que se puede esperar del hombre más rápido del mundo, aunque quizás sea mejor moderar las expectativas.



TÍTULO: Flash
TÍTULO ORIGINAL: The Flash
DIRECCIÓN: Andrés Muschietti.
ELENCO: Ezra Miller.
ELENCO SECUNDARIO: Ben Affleck, Michael Keaton, Michael Shannon, Ron Livingston, Maribel Verdú.
GUION: Christina Hodson.
FOTOGRAFÍA: Henry Braham.
MÚSICA: Benjamin Wallfisch.
GÉNERO: Fantasía. Aventuras. Acción.
ORIGEN: Estados Unidos.

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