27 de abril de 2024

Intriga en la medida justa

En el Chicago post-Guerra, el metódico Burling (Mark Rylance) trabaja preparando los mejores trajes para la mafia de la ciudad, aunque los coqueteos con los poderosos pueden ponerlo en una noche de aprietos.


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Por Ignacio Pedraza

La representación de la mafia cuenta con innumerables antecedentes en las producciones, tanto en la pantalla grande como en la chica. Queda claro que, con el correr de los años, las invenciones a nuevas historias se presentan como un gran desafío, y pensar en vertientes parece ser una de las respuestas.

El abordaje a actores colaterales representa la tarea de Graham Moore con El sastre de la mafia (TheOutfit, 2022), ya que el foco está puesto en el trabajador Leonard Burling (Mark Rylance) quien, entre sus clientes que le solicitan trajes a medida, se encuentra la mafia de Chicago. En este caso, la riqueza de la producción pasa por la interacción del protagonista justamente con los grupos de crimen organizado.

La voz en off del sastre explica los pasos de su labor, pero no es en vano o para simplemente darle un contexto. Es que en su nuevo trabajo para Moore todo tiene su causa, y los diálogos –interesantes bajo el guion del director y de Johnathan McCLain– crean el suspenso se va agigantando con el correr de los minutos. Tras una breve presentación de los personajes, el 90% de las acciones suceden en una sola noche, donde la organización comandada por Roy Boyle (Simon Russell Beale) irrumpe en el local y pone al protagonista en apuros.

Sin embargo, la presentación no se exhibe de manera despejada, sino que al igual que las instancias de suspenso todo se va construyendo de a cuentagotas, a partir de las apariciones de los intérpretes sin mucho preámbulo y que se refuerzan en esa noche prolongada. El rol de Richie (Dylan O´Brien) dentro de la familia o las ambiciones de Francis (Johnny Flynn) se arrojan de manera furtiva, a excepción del pasado de Burling, quien es el único que cuenta con flashbacks de su pasado londinense. En aspectos narrativos todo lo vemos desde la perspectiva de él, y maneja los hilos –consciente a inconscientemente- de todo lo que sucede a su alrededor, a través del papel de Rylance y su recatada interpretación –por otra vía a su también cauto pero terrorífica personificación en la reciente en Hasta los huesos (Bones and All, 2022)-.


Si a uno el nombre de Moore le resulta familiar, su rápida relación –y por la que le valió el premio Oscar– es debido a El código enigma (The Imitation Game, 2014) y donde encontramos en los aspectos técnicos sus mayores coincidencias. Una paleta de colores apagada y que se apoya en una tenue iluminación permite un ambiente confinado, un tanto más intimista a las aventuras de Alan Turing ya que todas las acciones suceden en el local.

Quizá por eso llama la atención la resolución del conflicto, que parece pecar de resolutivo, vueltas de tuerca que abusan de lo cabal y algunas secuencias de acción que emergen para justificar el ambiente en el que se manejan los personajes. Empero no es condición para empobrecer su consumo, solo un detalle que resuena pero que no deja de ser una simple marca.

La propuesta que llegó a HBO Max es más que interesante con algunos aspectos novedosos, que se refuerza por sus interpretaciones y que los amantes del género. A ponerse el traje y darle play.


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